LUIS FILCER REVIEW

BY Daniel Weinfeld
MARCH 7, 2018 | 7 de marzo de 2018
The painting of Luis Filcer is the expression of a modern, multifaceted, universal artist, whose spiritual formation is rooted in a variety of cultures. His strong, minimalist style, devoid of all superfluous detail, is intended to make the spectator not only observe, but to make him think.
His art is not the scene of tranquility; it is the whirlwind of truth, justice, and hope. Born in the Ukraine and having lived for long periods of his adult life in both Europe and Mexico, his formation is based on certain primordial elements of these cultures, which he has molded into a common denominator within a modern and personal style which places him at the vanguard of expressionism.
His themes and colors appear at times in discord, like echoes from a symphony by Shostakovich or Satie –brother artists in spirit, full of socialism criticism, who despite al their inner anguish, show touches and even occasional bursts of black humor, thus spanning a wide range of human conflict.
Filcer loves humanity; what Evoque’s his interest is the plight of “les miserable” the characters of the Human Comedy, of the subway passengers.
The defeated, the prostitutes, the dreamers –these are the characters he paints with dignity in a frank, harsh criticism of society.
Ultimately, Luis Filcer´s primordial theme is represented by hope in the history of mankind, which descends to the levels of injustice and misery to understand the difference between good and evil, once having gained this knowledge, can recapture its highest peaks with the wisdom that only experience can bring about.
La pintura de Luis Filcer es la expresión de un artista moderno, multifacético y políglota que ha sido formado espiritualmente por varias culturas y que, con estilo fuerte, minimalista, exento de detalles superfluos, intenta hacer pensar al observador. Su pintura no es representante de la tranquilidad, sino que es un torbellino en la búsqueda de la verdad, la justicia y la esperanza.
Habiendo nacido en Ucrania y radicado por largas temporadas en Europa y en México, él ha sido formado por ciertos elementos primordiales de esas culturas y los ha fusionado en un común denominador con una expresión moderna y personal que lo ponen a la vanguardia del expresionismo.
Sus temas y colorido son en ocasiones discordantes, como ecos en una sinfonía de Shostakovich o de Satie; artistas hermanos de espíritu llenos de crítica social, que, aunque representan una angustia interna, a la vez tienen toques y destellos ocasionales de humorismo negro, representando así la amplia gama de la problemática humana.
Los paisajes y la naturaleza muerta no tienen mucho interés para Filcer; para él, es el conflicto de la vida cotidiana lo que lo apasiona+ y que plasma en casi toda su obra.
La influencia de los post-impresionistas y expresionistas europeos, también son determinantes en su estilo. En particular, pintores como Munch y Van Gogh, que influenciados por la gráfica japonesa evitaron pintar lo superfluo.
Filcer ama a la humanidad y son los miserables, los personajes de la Comedia Humana, o del juicio de Kafka, los que viajan en el metro, los que mantienen su interés. Son los derrotados, las prostitutas y los soñadores a quienes pinta con dignidad en una franca y acerba crítica social.
En suma, el tema primordial de Luis Filcer es la esperanza representada en la historia del hombre que cae para conocer la maldad, la injusticia y la miseria, con el objeto de conocer la diferencia entre el bien y el mal; y que una vez habiendo adquirido sabiduría, pueda volver a remontarse a las alturas, con conocimiento de causa.